Los Angeles son seres celestes o espirituales que “trabajan” como mensajeros de Dios, definición válida no sólo para la religión cristiana como para las musulmana y el judaísmo.
Son entes que actúan como intermediarios entre lo divino y los hombres.
La palabra ángel proviene del latín angelu y del griego angelos, y el significado es mensajero.
Según escribió T. L. Taylor en su libro Angeles-Mensajeros de Dios, los primeros libros del Antiguo Testamento describen a los ángeles como seres comunes vestidos con piel blanca de cabra, símbolo de pureza y santidad, pero sin alas.
Las alas provienen de las culturas de Babilonia, India, Persia y Egipto, donde sí creían que los ángeles eran alados y muchas veces considerados dioses.
Para los griegos y los romanos, tanto Hermes o Mercurio y Eros o Cupido, eran alados y tenían como misión actuar de mensajeros entre los dioses del Olimpo y los dioses menores en la tierra.