– Han pasado bastantes años desde el episodio que voy a contarles, pero precisamente en ese tiempo, he podido madurar y quiero que mi experiencia pueda ayudar a que otros no cometan el mismo error.
Sucedió que por aquella época yo frecuentaba la consulta de una echadora de cartas. Supongo que iba a menudo porque era hermana de mi mejor amiga, y porque tenía una gran inseguridad en mi misma.
El caso es que conocí a un chico con el que congenié pronto, y como pueden suponer, empecé a hacer preguntas a la adivinadora sobre nuestro futuro como pareja.
Y ahí comenzaron los problemas porque salió la posibilidad de una traición, sufrimiento y finalmente ruptura.
Y yo me lo creí y creo que contribuí con mis miedos a que realmente esa relación no tuviera futuro.
Ahora estoy convencida de que el destino nos lo vamos confeccionando con nuestras acciones en el presente, y es absurdo temer lo que aún está por venir.
Mejor mirar el pasado, y tratar de no repetir los mismos errores.