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Un 25 por ciento de los adolescentes nunca come pescado, un 20 por ciento evita tomar verduras y el 11 por ciento no bebe leche, según se desprende de una encuesta sobre motivaciones y costumbres alimenticias realizada a casi 2.000 mallorquines de entre 11 y los 18 años.

 

La consulta forma parte de una investigación que llevan a cabo conjuntamente las universidades de las Islas Baleares, Gerona y Paris X-Nanterre y que también pone de manifiesto que uno de cada cuatro adolescentes (30 por ciento entre mujeres y 18 por ciento entre hombres) hace o ha intentado hacer dieta con el propósito mayoritario (73 por ciento) de adelgazar.

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El estudio, cuyo objetivo último es hacer más efectivas las campañas para corregir hábitos alimenticios nocivos, muestra respecto a las dietas que el 14,4 por ciento asegura practicarlas de forma continuada.

Más adolescentes hombres (70 por ciento) que mujeres (56 por ciento) dicen sentir placer en comer y hay una diferencia similar entre sexos (67 frente a 52 por ciento) en cuanto a la intensidad de la sensación de hambre.

En orden decreciente, los alimentos consumidos con mayor frecuencia en esta franja de edad son pan, yogur, pasta, fruta, zumos, leche, sopa, patatas, queso y huevos; por contra, los menos habituales son cerveza, vino, vísceras, anchoas, coliflor, salmón ahumado y espinacas, entre otros.

En cuanto a la abstinencia total de algunos productos, además del 25 por ciento que jamás come pescado hay otro 40 por ciento que lo hace menos de una vez por semana, mientras que al 20 por ciento que evita las verduras hay que sumar un 30 por ciento que las toma muy poco.

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Una encuesta paralela realizada a los padres de los adolescentes consultados revela que éstos entienden que sus hijos no comen los vegetales y el pescado deseables, pero el director del estudio, el psicólogo de la universidad balear Jordi Pich, indica en el avance hecho público hoy que las estrategias de los progenitores para cambiar estos hábitos no resultan efectivas.

 

Entre las diferentes preferencias por sexos, destaca el mayor gusto por la carne de los chicos, que en menor medida también superan a las chicas en gusto por el pescado.

 

En la encuesta se preguntó a los adolescentes por aquellos alimentos que les producen repugnancia, de los que los más citados fueron el pescado (10,8 por ciento), las lentejas (10,2 por ciento), el puré (7,4 por ciento), la col, los garbanzos y el hígado (6,5 por ciento en los tres casos). El 42 por ciento de los consultados no supo explicar el motivo de este rechazo tajante.

A pesar de que algunos de los datos anteriores podrían inducir a pensar que la alimentación de los adolescentes es mala, la relación entre el consumo de productos de más valor nutricional y los de menos arroja resultados “moderadamente positivos”, indican los científicos.

El “índice nutricional” es bastante o muy positivo en el 77 por ciento de los casos, mejor entre las mujeres (82 por ciento) que entre los hombres (71 por ciento) y empeora gradualmente según aumenta la edad de los adolescentes.

La investigación, que analiza también la relación entre el consumo de algunos alimentos y la percepción sobre sus propiedades y la actitud ante los establecimientos de comida rápida, aborda finalmente la cuestión de los adolescentes que rechazan tajantemente cualquier novedad en sus dietas, colectivo que supone el 10 por ciento del total, por lo que será analizado de forma específica en otro estudio.

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