Reflexología
La REFLEXOLOGÍA se encuentra dentro de la categoría “terapia alternativa” donde están agrupadas todas aquellas prácticas que no son aceptadas oficialmente por la Academia de Medicina: acupuntura, aromaterapia, ayuno, ayurveda, hierbas, hipnosis, homeopatía, iriología, oxigenoterapia, quiropraxis, reflexología, terapia celular, terapias de la unidad cuerpo-mente, terapia de luz y magnética, entre otras.
La lista de estas técnicas es larga y tanto en conjunto como individualmente.
Hoy más que nunca las personas buscan otros medios de cura o alivio que no pertenezcan al cuerpo de la Medicina tradicional. Cada vez más, el mundo moderno se interesa, se informa y busca la medicina alternativa para tener una vida más sana en lo físico, lo mental y lo espiritual. La medicina alternativa es muy utilizada en los Estados Unidos, Europa y, obviamente, los países de Oriente, en donde la mayoría de sus técnicas han tenido origen.
Actualmente, comienza a ser difundida y buscada. Una de estas terapias más utilizadas es la Reflexología, terapia que utiliza la presión y el masaje para la obtención no solamente del alivio o cura, sino la prevención de enfermedades.
La Reflexología es una terapia curativa Holística (de holos, voz griega que significa “completo” o “entero”). La Reflexología no aísla una enfermedad para tratar sus síntomas, ni actúa específicamente sobre un órgano; en vez de ello, trata a la persona como un conjunto armónico y a la enfermedad como una factor de desequilibrio o quiebre de esa armonía.
Según la filosofía oriental, todas las enfermedades son resultado del desequilibrio energético del cuerpo.
La Reflexología tiene entonces, como objetivo, devolver el equilibrio al organismo. El masaje profesional aplicado en las áreas reflejas va a mostrar qué partes del cuerpo están fuera de equilibrio y al administrar el tratamiento apropiado y corregir estos desequilibrios se hará que el cuerpo vuelva a un estado óptimo de equilibrio (es decir, de salud).
El cuerpo es un campo de energía dinámico. Los chinos descubrieron que esta energía, a la que llaman “chi”, circula a lo largo de líneas conductoras que existen en el cuerpo: los meridianos. Los principales meridianos que atraviesan los órganos más importantes se encuentran en los pies. Por eso el masaje de las áreas reflejas de los pies ayuda a desbloquear el cuerpo a lo largo de los meridianos y estimula la energía vital para que fluya libremente.
Allí empieza una reacción en cadena que resulta en alteraciones fisiológicas en todos los órganos y sistemas del cuerpo humano. Uno de los grandes beneficios de la Reflexología es la reducción del estrés. Se sabe que el 70 por ciento de los disturbios pueden estar relacionados con el estrés y con la tensión nerviosa.
El estrés forma parte de la vida moderna y es difícil evitarlo, por el ritmo laboral y emocional que llevamos, por los congestionamientos de tránsito, el ruido, las dificultades en el trabajo, los problemas familiares y económicos, etcétera. El estrés afecta a las personas en grados y maneras diferentes: problemas cardíacos, gastrointestinales, palpitaciones, ansiedad, insomnio, depresión, dolores de cabeza y síntomas parecidos.
La Reflexología ayuda a aliviar los efectos del estrés al inducir un relajamiento profundo y un reequilibrio orgánico.
Estimula una buena circulación sanguínea, así como un buen funcionamiento de las glándulas endocrinas y del sistema inmunológico; ayuda a disminuir dolores localizados en diferentes partes del cuerpo, por acción refleja. Todo esto, porque revitaliza los flujos de energía del cuerpo trayéndolo hacia el equilibrio y la armonía.
La Reflexología puede ser administrada a hombres, mujeres, niños, adultos, adolescentes e incluso bebés. Al ser empleada con un niño muy agitado, que tenga dificultades para concentrarse en sus tareas o juegos, la Reflexología lo ayuda a equilibrarse mental y emocionalmente. Las personas mayores pueden beneficiarse con dos ciclos de tratamiento al año, a fin de mantener sus funciones orgánicas en armonía.