Es difícil enfrentar el dolor emocional. Es más duro reconocer y aceptar lo que ha sucedido y saber que, aunque sea injusto, debes enfrentarlo.
Obviamente, el perdón sólo puede llegar después que tú hayas procesado tu temor, tu ira y tu pena. Incluso, puedes poner el perdón como una meta en el futuro para tu consideración. Uno por rabia no deja el resentimiento y la furia pero esto puede llegar a destruir tu salud física y causa gran sufrimiento mental.
Quieres eso? No creo que nadie conscientemente quiera eso, pero lo hacemos de todo modos.
Para poder empezar a procesar estos sentimientos malos que te están atormentando, piensa en lo siguiente:
- Entiende que el amor es lo que quieres para ser feliz
- Entiende que el perdón no significa que estás de acuerdo, que aceptas o que se te va olvidar lo que sucedió. Perdonamos el pecador, no el acto.
- Entiende que tú eres la única persona responsable de tus sentimientos y de sanar las heridas que llevas dentro de ti.
- Entiende que tal vez la situación es una oportunidad para que crezcas como persona.
- Entiende que tienes que soltar tu ira, tu tristeza y tu temor. Habla con personas que te puedan ayudar a entender las cosas objetivamente.
- Decide perdonar! Al principio no vas a querer hacerlo, pero el perdón alivia tu corazón del dolor y sufrimiento.
- El perdonar es un acto valiente. No tiene nada que ver con que si la persona que cometió el error admite que estuvo mal; estás perdonando para liberarte del dolor.
- Acepta las lecciones que aprendiste con el incidente.
- Ve que todo esta bien; perfecto posiblemente, como está ahora.
A pesar de lo que la otra persona hizo, prepara el terreno para verlos con amor y bondad. Reconoce que el amor y la bondad es lo que necesitas para tu salud y bienestar mental y físico.
Tienes alguien a quien perdonar? No esperes más que tu corazón ya no tiene espacio. Abre tu Corazón hoy!