Dentro de una camada de cachorritos recién nacidos, a los pocos días puede advertirse que algunos son más “despiertos” que otros. Eso es por que nacen mejor estimulados.
Durante la tercera semana del alumbramiento los cachorros son más receptivos que luego de los tres meses de vida, por eso, es importante que sean estimulados en este período, que se extenderá hasta las nueve semanas, a los más “lentitos”.
Durante esta época que empezarán a entonar los primeros ladridos y a mover la cola, dos señales de que en el animal todo esta bien.
Cuando no aparece este comportamiento en un cachorrito de la camada, se lo podrá estimular con caricias y tirándole objetos como palitos para jugar al forcejeo. A partir de esto empezará a mostrar su carácter y en el afán de quedarse con el objeto empezará a gruñir o a ladrar.
En la medida que más atención le preste y más cariño y compañía le brinde el cachorro empezará a reconocerla y al verla venir comenzará a mover la cola en señal de alegría. Estos son todos síntomas de un cachorro saludable. No debemos dejar que los más “lentitos” permanezcan amodorrados y el más “despiertito” se lleve los aplausos.
Después de la décimo segunda semana de vida el cachorro estará listo para el adiestramiento paternal y especializado, una tarea que la dejará afuera, incluirá tareas tales como exploraciones al mundo exterior, las primera cacerías y otras para aprender habilidades e imitar al mundo de los perros adultos.
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