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Estrenándose como abuelos

 

“Dentro de pocos meses seremos abuelos, y me pregunto qué responsabilidad tendremos con ese pequeño que viene”, comenta Beto a su esposa.

 

“No lo sé, pero tendremos que darles a nuestros hijos consejos para que todo sea como en esta familia. No me gustaría tener nietos mal educados. Yo me encargaré de mi nieto dos días a la semana para asegurarme que tenga buenos hábitos”.

 

“No Tere, recuerda: más vale que te echen de menos a que te echen de más”.

Al recibir la noticia de que pronto llegará un nieto, se pueden tener dudas acerca de cuál será su papel como abuelos, hasta dónde intervenir con los nietos, cómo llevar una buena relación con ellos y cómo ganarse su cariño.

Pudiera decirse que la única responsabilidad que tienen los abuelos con sus nietos, consiste en disfrutarlos y consentirlos de una manera razonable. A los papás les corresponde educarlos.

Lo ideal es que los abuelos estén al tanto de los objetivos que tienen los papás y tratar de adaptarse a ellos para seguir un mismo patrón. Pues lo que hacen y dicen los abuelos, refuerza lo que a su vez hacen y dicen los padres. Es bueno que los niños no vean incongruencias en las actitudes de los adultos.

Los abuelos se pueden ver tentados a interferir cuando el nieto comete una falta y sus padres lo castigan. Pero es mejor mantenerse al margen; y si el nieto busca apoyo en el abuelo, es importante darle la razón a los papás. Si no llegara a estar de acuerdo con la reprimenda, hable con su hijo sin que el nieto esté presente.

Consentir a los nietos no significa darles todo lo que pidan, ya sea un permiso o algo material. Hágales notar que los abuelos no pueden hacer algo que sus papás no aprobarían.

Probablemente habrá que negarles algo, pero esto les enseña a que se puede decir “no” cuando hay que hacerlo.

La Abuela estuvo aquí

La casa de los abuelos

Algunas parejas se entristecen cuando sus hijos se casan y se queda el “nido vacío”. Pero cuando llegan los nietos, la casa de los abuelos se puede transformar en el lugar más frecuentado por los hijos.

Procure mantener las “puertas abiertas” para recibir a los nietos y así tengan confianza de llegar en cualquier momento.

Todo abuelo tiene su estilo propio. Los hijos y nietos aprenderán a respetar su casa y costumbres.

La casa de los abuelos no tiene porque ser siempre el lugar a donde van a dar los nietos cuando no tienen alguien que los cuide y mucho menos llegar sin avisar.

Los abuelos tienen mucho qué dar, pero no se debe abusar de ellos.

Conviva con sus nietos

Los niños gozan al escuchar los relatos de sus abuelos acerca de la vida de sus papás cuando eran niños. Disfrutan viendo fotografías y películas que ellos guardan entre sus recuerdos.

Se maravillan cuando les platican historias reales de sus antepasados o de las descripciones de su misma ciudad hace algunos años. Les gusta hacer muchas preguntas y se sorprenden con las respuestas que reciben.

Es todo un acontecimiento visitar a los abuelos cuando saben que en esa casa hay algo especial para niños como juguetes, dulces, etcétera, así que es aconsejable tener un espacio para ellos en la casa con cosas que puedan manejar sin peligro y que les diviertan.

Sugerencias para los papás de los “nuevos nietos”

Enseñe a sus hijos desde que son pequeños a querer y respetar a sus abuelos y, en general, a todos los mayores, esto puede ser con el ejemplo del trato que usted les dé a sus padres.

Póngase en “los zapatos de los abuelos” y acostumbre a sus hijos a que también lo hagan para que poco a poco aprendan a conocer sus sentimientos y los valoren. Así, cuando a usted le toque ser abuelo, cosechará lo que sembró.

Respete el tiempo y horarios de sus papás, no tienen obligación de estar disponibles las 24 horas del día cuando ya les llegó el tiempo de hacer lo que quieran cuando quieran.

También tome en cuenta su experiencia y sabiduría, ellos se encuentran en una etapa de la vida en que ya aprendieron de sus errores y aciertos.

Han vivido más y han tenido tiempo para reflexionar.

Pida y escuche sus consejos, ellos ven las cosas de diferente manera por todo lo que han pasado. Saben orientar y apoyar.

Es importante también darles tiempo y atención. Algunos hijos tienen por costumbre sólo pedir y recibir de sus padres y rara vez dan.

En el caso de una familia numerosa, es comprensible que los abuelos no tengan la misma energía y paciencia para jugar con los últimos nietos que con los primeros, trate de no pedirles más de lo que pueden dar.

Para ser un buen abuelo:

– Averigüe cómo quieren los papás educar a sus hijos y respete sus decisiones. Tome conciencia de que la forma de ser de su nuera o yerno puede diferir de la suya.
– Alabe todo lo bueno que hagan sus nietos, no los critique.
– Busque coincidir con ellos cuando son mayores.
– Escúchelos platicar para conocer cómo piensan y sienten.
– Cuando usted enfrente una situación difícil, piense en el ejemplo que les da con sus reacciones.
– No hable mal a sus nietos de sus papás o les diga que han cometido un error, esto los afecta enormemente.
– Trate a cada nieto como una persona especial y única; dele la importancia debida a cada suceso en su vida.
– Mantenga las puertas abiertas para ellos.
– Actúe discretamente, hágales saber a sus hijos que cuentan con usted cuando lo necesiten, sin interferir antes. Como sugieren los especialistas Otero y Altarejos, “hay que saber estar, sin estar”.

Indudablemente que el amor y la convivencia son los ingredientes ideales para una sana y maravillosa relación abuelo-nieto. Así que aprovechemos para decirles que tan importantes son para nosotros.

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