¡Ilumínate!
Si después de haberte pintado los ojos ves que le falta luz a la mirada, prueba este truco infalible del maquillador de las estrellas:
Escoge polvos sueltos con brillos nacarados y aplícalos en el centro del párpado móvil, con el dedo, sin apenas difuminarlos.
Verás qué luminosidad.