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Para el cuidado del pelo hay posibilidades infinitas: para el graso, para el normal, para el mixto, para el seco, para el tinturado o maltratado. Casi todos los champúes vienen ahora vitaminizados y con componentes menos agresivos. La incorporación de la vitamina B a la dieta también ayuda a mantener el pelo en buen estado.

* Graso: en la medida en que tu cabello sea más delgado o fino, más cabellos grasos tendrás por centímetro cuadrado de cuero cabelludo. Cuanto más abundante sea la cabellera, más glándulas sebáceas, y esto produce inevitablemente más grasa. Los pelirrojos, que tienen en promedio de 80 a 90 mil cabellos por cabeza, rara vez tienen cabello graso. En cambio, los rubios de cabello sedoso y fino como el de los bebés tienden a tener los peores problemas de grasa.

El calor y la humedad intensos también pueden acelerar la producción de grasa. Igual sucede con los cambios hormonales. Por ejemplo, el andrógeno, hormona masculina, puede activar las glándulas sebáceas. La tensión incrementa los niveles de andrógeno en el torrente sanguíneo tanto en los hombres como en las mujeres.

* Seco: la cabeza humana tiene como promedio 150 mil cabellos, y conformistas como son, cuando uno se seca, todos se secan; pero, contrario a lo que sucede con un jardín seco, la solución no consiste sencillamente en agregar agua. De hecho, talvez sea ella la causante de la condición reseca del cabello, en especial si estamos hablando de agua salada, clorinada o de la variedad espumada.

Nadar y lavar con champú en exceso son dos causas comunes de rizos áridos y rebeldes. Otras suelen ser los colorantes, las permanentes, rizadores eléctricos, excesivo secado con pistola de aire y demasiada exposición al aire y al sol. No cepillar en exceso

Neutraliza tu pelo graso

* Lávate frecuentemente con champú: por lo menos una vez al día, sobre todo si vives en la ciudad. Cuando el calor y la humedad veraniegos estimulan las glándulas sebáceas, es recomendable lavarse con champú dos veces al día.

* Escoge un champú claro, transparente:
suelen contener menos sustancia pegajosa. Quitan mejor la grasa, sin dejar residuos.

* Prescinde del acondicionador: si el cabello tiende a perder su arreglo con el transcurso del día, lo último que debe hacerse es cubrirlo con más grasa.

* No te cepilles demasiado: especial cuidado con el vigor del cepillado.

* Seca el pelo en dirección a la raíz: si se le descuida, el cabello graso tiende a quedar flácido y lacio. Para ayudarlo a cobrar más volumen o cuerpo, usa un cepillo para levantarlo desde la raíz, o agáchate y cepíllalo suavemente hacia arriba sobre la parte alta de la cabeza.

El cabello seco puede cuidarse

* Cuidado con el lavado: si tu cabello está reseco por el exceso de espuma, dale un respiro y trata de lavarlo menos a menudo. Sólo emplea champú suave, uno con la indicación “para cabello seco o maltratado”.

* Emplea acondicionador: cuando el cabello se reseca, las capas exteriores, llamadas cutículas, se descaman del núcleo central. Los acondicionadores adhieren la cutícula al núcleo, agregan lubricante al cabello e impiden la electricidad estática (que ocasiona el encrespamiento).

* Sírvete mayonesa: la mayonesa es un excelente acondicionador. Se aconseja dejarlo en el cabello desde cinco minutos hasta una hora antes de quitarlo con el lavado.

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