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¿El cansancio te marchita? ¡Aprende a recuperar tu belleza en sólo una hora!

Nada destruye con más rapidez la belleza femenina que el cansancio. ¡Y no hay cosmético capaz de disimularlo!

Algunos de los efectos devastadores de la fatiga en la apariencia son:

Cutis marchito, lleno de sombras
Líneas de expresión más profundas
Ojos sin brillo
Grandes ojeras
Comisuras de los labios descendentes
Palidez enfermiza

Si sientes que el cansancio te tiene agotada emocionalmente y que ha destruido tu belleza, destina una hora a combatirlo. ¡Sesenta minutos es todo lo que necesitas para sentirte fresca y completamente renovada!

La rutina que vamos a sugerirte es perfecta para uno de esos días en que has trabajado como una esclava, ¡y tienes un importante compromiso social esa noche!

Pues, ¡manos a la obra! A realizar un acto de magia que te transformará en una mujer nueva, como si fuera la varita de la madrina de Cenicienta.

Quítate la ropa, ponte una bata cómoda y ve al refrigerador a buscar una botella de agua mineral helada. Vacía un poco en un recipiente y provéete de dos grandes trozos de algodón.

Ahora recuéstate en un lugar cómodo, fresco y silencioso. Cierra los ojos y ponte compresas de agua helada sobre los párpados. Sólo introduce el algodón en el agua mineral, exprímelo y tus compresas están listas.

Si puedes dormitar un poco, mejor. Si temes quedarte dormida, pon tu despertador. Permanece descansando durante 15 minutos. Trata de respirar profunda y rítmicamente mientras descansas.

Ahora date el baño más delicioso de tu vida. Procura tener siempre en casa velas perfumadas. Enciende dos de ellas en el cuarto de baño mientras llenas la tina de agua caliente, a la que hayas añadido burbujas, aceite de baño o un poco de concentrado de hierbas perfumadas, como el romero o la albahaca, en este caso, te sirven también las bolsitas de té de menta, manzanilla o azahar.

El agua caliente, el perfume de las velas y la suavidad de lo que hayas añadido a tu baño resultará una combinación relajante perfecta.

Mantente sumergida en el agua cinco minutos, báñate con toda calma en otros cinco minutos y enjuágate.

Sécate perfectamente, con una toalla esponjosa y aplícate crema suavizante perfumada en todo el cuerpo. ¡Te sentirás como nueva!

Dedica los próximos diez minutos a hacer suaves ejercicios de estiramiento y de respiración. Si has estudiado yoga, tanto mejor. Podrás hacer varias posturas relajantes y practicar la respiración profunda al estilo yoga.

Si no, basta que hagas varios movimientos de estiramiento, de los brazos, las piernas y el cuello.

Puedes hacerlos recostada y con los ojos cerrados, al ritmo de alguna música instrumental muy suave.

Ahora, a recuperar la energía. Si te sientes acalorada, prepárate un licuado de leche, huevo, germen de trigo, miel de abeja y alguna fruta que tengas a la mano.

Si tienes frío, prepárate una bebida de chocolate caliente, bien batida, espumosa y espesa. En ambos casos, tu cuerpo se sentirá reconfortado por la nutritiva bebida.

Si tu médico te ha prescrito un suplemento vitamínico, también es el momento de tomarlo.

Ahora estás lista para maquillarte, peinarte y vestirte si vas a salir, o para irte a la cama y completar el tratamiento de belleza con una noche de sueño profundo y reparador.

Todo el proceso de renovación te tomó una hora. Y si no, veamos en qué forma se emplearon los 60 minutos.

Aplicación de compresas a los ojos: 15 minutos
Baño perfumado de tina: 20 minutos
Ejercicios de relajación: 10 minutos
Preparación y toma de la bebida: 15 minutos

Total: 60 minutos

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