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– Era el 9 de octubre del año 2003 y yo estaba embarazada de mi primer hijo.

Me anunciaron que posiblemente tendrían que practicarme una cesárea, y esa noticia me llenó de temor.

A los dos días, estando yo orando y todos en casa durmiendo, se me aparecieron las imágenes de José Gregorio Hernández, San Martín de Porres y San José. No recuerdo cual era mi estado en ese momento pero sí recuerdo que en mi subconsciente hablaba con ellos y le decía especialmente a José Gregorio que me ayudara a vencer los nervios y el miedo.

El día 12 me internaron y duré en sala de partos tres días, hasta que finalmente me confirmaron que había que prepararme para la cesárea. Me puse a llorar y también a rezar en medio de mi dolor y le pedí con mucha fe a José Gregorio que por favor no me abandonara. De repente sentí que salía algo caliente y supe que mi bebe estaba naciendo.

Doy gracias a la fe por darme un mensaje y un milagro, y quiero hacerles partícipes de esta experiencia. Día tras día se hace presente Su presencia en personas que como yo, ante ciertas situaciones no desfallecemos y creemos que con la fe se mueven montañas.

Doy gracias a la fé por darme un mensaje y un milagro

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