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– Me casé y sabía que mi primer hijo se llamaría igual que el mejor amigo de mi esposo: Gerardo, al cual yo nunca conocí.

El había muerto, varios años, en un accidente de moto. Pasaron tres años de casada y al final Gerardito nació pero luego queríamos tener mas hijos y yo no quedaba embarazada.

Así que fui al médico y me dijo que seria imposible volver a ser madre.

Una noche me acosté a dormir y le pedí mucho a Gerardo, nuestro amigo muerto, que me ayudara pues estaba mas cerquita de Dios.

En la mañana cuando mi esposo se fue a trabajar aún era oscuro y mi lámpara de la mesita de noche se prendió. Yo cerré los ojos ya que me dio mucho miedo y sentí que alguien se sentaba junto a mi diciéndome: no te asustes, soy Gerardo, y te vengo a decir que vas a tener dos hijos más.

Luego la luz se apagó y sentí cómo Gerardo se fue.

Pasaron dos meses y quedé embarazada.

Tengo dos hijos más, así que yo sí creo que del otro lado los seres queridos te ayudan, y siempre le digo a Gerardo gracias por ser tan buen amigo y ayudarme, cuando pensaba que todas mis esperanzas de madre habían terminado.

Ayuda desde el más allá. Mis esperanzas de madre habían terminado

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