Para ser feliz, es necesario afrontar los problemas de cara.
Los psicólogos creen que una buena forma de superarlos es plantearse siempre la peor situación posible; y si el desenlace no es tan trágico como se esperaba, nos consideraremos incluso afortunados.
Discernir entre buenos y malos momentos.
Ser consciente de que no estás en tu mejor momento es el primer paso para dar la vuelta a esa situación.
Plantéate los problemas y trata de solucionarlos sin darles la espalda.
Hacer ejercicio.
Vivir aceleradamente provoca procesos neurofisiológicos estados de ansiedad, imposibilidad para centrarse… que pueden desembocar en enfermedades psicosomáticas.
El deporte aeróbico (correr, montar en bicicleta, pasear…) los combate: oxigena el organismo, produciendo estados de euforia y relaja la tensión.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.