UA

Durante las primeras seis semanas — y a veces 12 — la mayoría de los bebés duermen de manera irregular. Tienes suerte si antes de este momento notas que está surgiendo algún patrón de sueño. Si no, después de los tres o los cuatro primeros meses, puedes ayudar a que tu bebé adquiera un patrón de sueño regular, siempre y cuando actúes de forma consistente y positiva.

Los bebés son extremadamente adaptables: puedes enseñarle al tuyo a que duerma contigo o sin ti, en tu cama o en su cuna. La decisión es tuya. Es mucho más probable que sigas de manera consistente un plan que consideras el adecuado para ti en lugar de un plan sacado de un libro o una revista.

Cada vez que tu bebé se despierte de noche, tendrás que volver a hacer lo que hiciste para ayudarlo a que se quedara dormido la primera vez. Si lo alimentas para que se duerma, necesitarás hacer lo mismo cada vez que se despierte; si lo dejas solo para que se duerma por sí mismo, esto es lo que él esperará.

Tu bebé conciliará el sueño más fácilmente si usas una rutina predecible y relajante a la hora de irse a dormir, y tú estarás más preparada para decirle buenas noches una vez que hayas compartido un rato de amorosa cercanía con él. También será más probable que se duerma si intentas evitar que haga una siesta a última hora de la tarde.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA