-Empieza por aplicar una capa abundante de un producto graso, como la vaselina, a tus labios.
– Deja que obre efecto durante unos minutos y luego frótalos varias veces suavemente con un pañuelo de papel.
– Mantén tus labios hidratados con el producto específico que uses habitualmente.
– Cuando las pieles muertas hayan desaparecido, podrás volver a pintarte los labios, siempre con un producto que sea bien nutriente.
– Evitarás las antiestéticas grietas que aparecen normalmente en los labios excesivamente resecos, si con cierta asiduidad procuras extender bajo la barra de labios una base de cacao o de otros aceites que les proporcionarán una hidratación perfecta.