– Cuando consideres que tienes mala cara, prueba a recuperarte mediante este ejercicio de origen asiático.
Una vez la piel bien limpia y convenientemente hidratada, masajéate por medio de movimientos de roce, ligeros pellizcos y pequeños círculos.
Una sola regla: el conjunto de la actuación debe ser agradable.
En el transcurso de 5 minutos notarás que la piel se calienta y enrojece, señal de que has estimulado la microcirculación y relajado los músculos.