– Concentrar tus esfuerzos en el aspecto alimenticio, sin cambiar en nada tu ritmo de vida.
– Apuntarte al mismo régimen que otra persona amiga.
– Iniciar un régimen sin supervisión médica.
– Ponerte a régimen sin investigar los motivos por los que se engordó.
– Respetar el régimen en la mesa, pero comer a deshoras.
– Querer perder un número de kilos que no se corresponde con el peso ideal.
– Creer que por comer un bistec a la plancha te vas a adelgazar.
– Querer perder 5 kilos en 15 días.
– Que la dieta te ponga triste a la hora de comer.
– Olvidar en tus cálculos la bebida; un vaso de vino equivale a 6 terrones de azúcar.
– Creer que con beber sencillamente agua perderás peso.
– Beber cervezas sin alcohol; las cervezas sin alcohol llevan más azúcar.
– Beber bebidas light, que estimulan el gusto por lo dulce.
– Apuntarse periódicamente a un régimen estrictísimo y retomar los malos hábitos en cuanto lo dejas.