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– Si la espuma debordara de la lavadora, frena su aparición echando un vaso de vinagre en el depósito del detergente de la máquina.

– No metas las prendas en la lavadora sin haberlas desabrochado antes. De no hacerlo, los ojales se agrandarían.

– Limpia regularmente la junta de goma de la lavadora y asegúrate de que entre sus pliegues no se quede alguna moneda o algún botón retenido.

– Si vas a tirar tu lavadora vieja, rescata su tambor porque resulta muy útil para almacenar patatas.

– Si pones una bolsita con pieles de limón en la lavadora, blanqueará tus prendas de algodón puro que hubieran perdido blancura.

– No tires los visillos viejos; puedes hacer con ellos bolsas para lavar prendas delicadas en la lavadora

– Renovarás las prendas de lana que amarillean por el uso si metes en una bolsita piel de limón y la añades a la lavadora.

– Para evitarte perjuicios en la ropa, acuérdate siempre de cerrar las cremalleras de tus prendas antes de meterlas en la lavadora.

– No metas nunca en la lavadora una pieza con una mancha de sangre. Lávala antes con agua fría y jabón o agua oxigenada.

– Si la espuma desbordara de la lavadora, deténla, vierte en su interior un vaso de vinagre y conéctala de nuevo.

– Para darle una segunda juventud a una esponja vieja, métela en una bolsita de tela y pásala por la lavadora.

– Una forma de poder meter las cortinas en la lavadora y de ahorrarte la molestia de tener que quitar previamente todos sus ganchos (a condición, claro, de que sean de plástico o inoxidables) es la de introducir la parte alta de la cortina en una media vieja. Así evitarás que los ganchos golpeen el tambor de la lavadora

– Quita regularmente los restos de detergente que puedan quedar en el cajetín para que no obstruyan la entrada de agua.

– La lavadora recibirá tantas menos incrustaciones de cal y detergente cuanto menos programas para ropa blanca a alta temperatura utilices, puesto que las incrustaciones se forman fundamentalmente a partir de temperaturas del agua de entre 50 y 60º.

– Para evitar que se deshilachen, más vale que si lavas unos pantys a máquina lo hagas enfundándolos en una media vieja.

– Para que las camisas y blusas no salgan de la lavadora entrelazadas unas con otras, abrocha los botones de los puños a uno de los ojales de la pechera.

– Respeta las dosis de detergente recomendadas por el fabricante de la lavadora e incluso puedes reducirlas si lavas poca cantidad de ropa.

– Si tuvieras contratada la tarifa nocturna de electricidad, y vives en una casa aislada, donde no vas a molestar a nadie, conecta los aparatos de noche.

– Utiliza siempre que sea posible los programas económicos o de media carga.

– Suprime los prelavados siempre que la ropa no esté muy manchada.

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