La vida depende por completo del acto de respira. Respirar es vivir, y no hay vida sin respiración.
La respiración puede considerarse como la más importante función del cuerpo, porque de ella depende indudablemente las demás. Las enseñanzas occidentales demuestran que se mejora nuestro cuerpo y nuestra calidad de vida con la práctica de este ejercicio, “Respiración Profunda”:
Este sencillo ejercicio se puede aplicar cuando nos sentimos cansados, nerviosos, ansiosos, cuando se necesite energías. Para lograr resultados realmente efectivos se debe practicarla unos minutos todos los días.
Se realiza preferentemente en una posición cómoda, con la espalda recta y los ojos cerrados.
A pesar de que el aire entra y sale por la nariz, la acción no debe partir de las fosas nasales, sino desde más adentro, el área faríngea, la pared del fondo de la boca.
Al tomar aire, llene los pulmones primero en la base, luego en el medio y, por último en la parte superior, sintiendo como se expanden las costillas.
Al exhalar, vacíe los pulmones de arriba hacia abajo. Todo en forma continua, sin esfuerzo y sin necesidad de que se vea el movimiento. Al principio, no haga más de 5 o 6 respiraciones porque podrían ocasionarle mareos o náuseas.
Con un poco de práctica logrará hacer el ejercicio, y una vez dominado, se ejecutará casi automáticamente el movimiento.
