Uremia o azotemia prerrenal. Enfermedad caracterizada por la existencia de abundantes productos de desecho en la sangre, a causa de la disminución del torrente sanguíneo a través de los riñones.

Localización anatómica: Riñones.

Síntomas: Malestar, dolor abdominal, cansancio, baja o nula producción de orina, palidez, falta de reflejos y sed.

Pronóstico (gravedad): Si se trata con urgencia es curable. Transcurridas las primeras 24 horas se producen daños irreversibles en el riñón.

Causas: La disminución del flujo sanguíneo puede producirse a causa de factores como deshidratación, vómitos repetidos durante un periodo largo, hemorragias, lesiones o quemaduras.

Factores de predisposición: Afecciones cardiacas e intervenciones quirúrgicas.

Posibles complicaciones: Insuficiencia renal aguda.

Tratamiento: Hemodiálisis, transfusiones para aumentar el volumen de sangre, y aumento de la presión sanguínea mediante la administración de medicamentos cardiacos prescritos por el especialista después de evaluar el caso.

Prevención: En el caso de padecer problemas cardiacos o sufrir lesiones que puedan afectar al torrente sanguíneo es necesario tratarlas para evitar que se produzca la uremia.