Legionela. ¿Qué es y cuáles son los síntomas?
Legionela. Enfermedad producida por la bacteria Legionella pneumophila, que generalmente se manifiesta a modo de afectación pulmonar.
Localización anatómica: Principalmente en los pulmones, aunque también afecta a los aparatos nervioso, urinario y digestivo.
Síntomas: Fiebres, intensos dolores de cabeza y malestar general después de dos días de incubación, en casos en los que habiendo estado expuesto el paciente a la bacteria la enfermedad no se desarrolla. Si hablamos de enfermedad del legionario aparecerán síntomas de mayor gravedad después de cuatro o cinco días de incubación, tales como fiebre muy alta, abdomen agudo, diarreas, insuficiencia renal, tos seca e insuficiencia respiratoria.
Pronóstico (gravedad): Si la enfermedad se desarrolla es necesario el ingreso hospitalario, ya que aunque hoy en día es curable, si no se trata a tiempo puede ser mortal.
Causas: Infección por contagio, al estar expuesto al agente causal, la bacteria Legionella pneumophila. Los brotes suelen producirse a comienzos del otoño, y puede ser transmitida por el agua.
Factores de predisposición: Exposición a ambientes contaminados, donde el contagio sea más factible: hospitales, piscinas y balnearios.
Posibles complicaciones: Puede ocasionar daños irreversibles en los sistemas principales, causando la muerte del paciente.
Tratamiento: Ingreso hospitalario, donde los equipos médicos administrarán medicamentos antimicrobianos como la eritromicina o la rifampicina, y asistirán a los distintos problemas renales, digestivos, neurológicos y neumológicos causados por la enfermedad.
Prevención: En caso de epidemia, las autoridades sanitarias llevarán a cabo las medidas preventivas convenientes en hospitales y centros más frecuentemente afectados por la bacteria.