Ataque cardiaco. Condición que determina daños
en los músculos cardiacos, debido a problemas de riego sanguíneo, lo
que origina que no llegue la suficiente cantidad de oxígeno al corazón.

Localización anatómica: Corazón.

Síntomas: Dolor fuerte en el pecho y en las extremidades, presión, náuseas, sudación y sensación de ahogo.

Pronóstico (gravedad): Si se interviene a
tiempo -durante la primera hora- la vida del paciente no correrá peligro
y los perjuicios al corazón serán menores.

Causas: Constricción u obstrucción de los
vasos sanguíneos que van al corazón -ateroesclerosis- y de las arterias
coronarias, disminución del nivel de oxígeno en la sangre que llega al
músculo cardiaco -isquemia-.

Factores de predisposición: Colesterol, presión sanguínea alta, estrés, obesidad, problemas de azúcar en la sangre y obesidad.

Posibles complicaciones: Paro cardiaco que requiere asistencia urgente cardiopulmonar para evitar la muerte del individuo.

Tratamiento: Es necesaria la
hospitalización para estabilizar las constantes vitales y prestar
asistencia respiratoria. El facultativo administra medicamentos que
disuelvan los coágulos y dilaten las arterias. En ocasiones se recurrirá
a la intervención quirúrgica para eliminar los obstáculos que bloqueen
el flujo de la sangre.

Prevención: No fumar, practicar ejercicio
de forma moderada, dieta rica en vitaminas y fibra, y baja en grasas;
controlar el peso y dormir lo suficiente.