UA

Hace tiempo quedé fascinado con la conferencia que la socióloga Brené Brown realizo sobre unos de los conceptos centrales a los que ha dedicado gran parte de su trabajo e investigación: la vulnerabilidad. Tanto es así que, con frecuencia, utilizo el vídeo de su exposición con mis pacientes, y suele ser de gran ayuda.

El concepto vulnerabilidad se refiere a ser capaces de quitarnos la coraza, mostrarnos como somos, con nuestras virtudes, pero también con nuestros defectos, con nuestros logro, pero sin esconder nuestros fracasos… ni mucho menos avergonzarnos o sentirnos culpables por ellos.

Un ejemplo de vulnerabilidad calculadamente ocultada o “invulnerabilidad fingida” (lo que a largo plazo resulta malo para nuestra salud mental y emocional, en definitiva, para nuestro bienestar) lo encuentro el el reality show Gran Hermano. Lo más usual es que cuando uno de los concursantes es eliminado del programa por el sistema de votaciones, le diga a la presentadora frases del tipo: “Lo sabía; estoy contento; era lo que quería…” Sí, claro, ¡¿estás participando en un concurso en el que te estás mostrando a millones de desconocidos para ganar un suntuoso premío en metálico, y “era lo que querías”?! Como digo, un buen ejemplo (paradójico ejemplo) de encubrimiento de la vulnerabilidad. Con lo bien que sentaría decir: “¡Aaaag, estoy fatal, quería ganar, vaya mie… faena!”

Para quienes hayáis visto ya el vídeo de Brené Brown, aquí os dejo una síntesis de lo más importante del mismo. Y para los que no, justo a continuación podéis verlo. Os lo recomiendo, no tiene desperdicio, y además os prometo que no os aburrirá porque la Sra. Brown es todo un alarde de ingenio y buen humor. En el próximo post, haré una síntesis de su conferencia sobre la vergüenza, tan o más interesante que esta misma.

SÍNTESIS

La socióloga Brené Brown empieza su “conferencia TED” sobre vulnerabilidad hablándonos de la vergüenza, que sería temor a la desconexión. Es como decirnos: “Hay algo de mí que si otra gente lo sabe o lo ve, no voy a ser digno de entrar en contacto”, es decir, de pertenecer a ese grupo, al grupo, a la sociedad. La vergüenza es universal, todos la tenemos. Lo que sustenta este sentimiento es la intolerancia a la vulnerabilidad: pensar que para conectarnos tenemos que dejarnos ver, ver de verdad (con todo lo bueno y lo malo), y no ser capaces de soportar ese nivel de exposición.

Según Brown, las personas que buscan amor y pertenencia se saben dignas de merecer amor y pertenencia. Las que no, temen no merecer ese amor y pertenencia. Los del primer grupo:

  • Tuvieron el coraje de ser imperfectos.
  • La compasión para ser amables con ellos mismos antes que con los demás.
  • La autenticidad para ser quienes eran y no lo que debían ser, como elemento imprescindible para la conexión
  • Aceptaban plenamente su vulnerabilidad: esto es algo que les hace bellos, algo necesario. Tenían por tanto mayor tolerancia a la incertidumbre. Por ejemplo: eran capaces de decir “te amo” aun sin garantías de oírlo.

En cambio, estas son algunas de las cosas que hacen los que luchan contra la vulnerabilidad:

  • Adormecen (ocultan) la vulnerabilidad. Si adormecemos la vulnerabilidad, adormecemos la dicha, la gratitud, la felicidad.
  • Intolerancia grande a la incertidumbre.
  • Perfeccionismo.
  • Fingir (versus autenticidad).

Soluciones para no estar en esta lucha:

  • Permitamos que nos vean en profundidad.
  • Amemos con todo el corazón, sin garantías.
  • Practiquemos la gratitud y la dicha.
  • Creamos en nosotros (autoconfianza = logros).
https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA