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Padece hipertensión algo más del 20% de la población.

 

Esta es una enfermedad de gran importancia en los países industrializados, y un importante factor de riesgo para los ataques cardíacos (infartos) y cerebrales (hemorragias cerebrales).

Frecuentemente, la hipertensión se asocia a obesidad y una de las terapias más eficaces para disminuir la tensión arterial es la pérdida de peso. Tanto es así, que cuando los pacientes hipertensos medicados pierden peso a menudo es posible, e incluso obligado, disminuir o suspender el fármaco antihipertensivo.

Otro factor que se relaciona directamente con la hipertensión es el consumo de sodio. A los hipertensos se les recomienda una dieta sin sal o con poca sal, ya que la fuente principal de este componente es la sal común o sal de mesa. Sin embargo, no conviene olvidar que existen otras fuentes, principalmente, los alimentos preparados o en conservas que llevan como conservante esta sustancia.

hipertension

Si el paciente tiene una importante ingesta de pan, es recomendable que consuma el pan sin sal. La experiencia demuestra que los pacientes que hacen realmente una dieta hiposódica se acostumbran a ella de forma que cuando se les ofrece una comida con una cantidad normal de sodio, la encuentran verdaderamente salada.

Sal, con moderación

Sin embargo, puede ser útil utilizar pequeños trucos para que la comida sin sal sea tolerada por el paciente, como es utilizar especias o frotar la superficie de los alimentos (y en especial la carne) con ajo para dar sabor. También suele gustar utilizar pequeñas cantidades de licor para cocinar las salsas.

Algunas personas creen que no se debe comer sin sal pero este es un concepto erróneo. Aunque el sodio es imprescindible para la vida, hay muchos alimentos que lo llevan en su composición por lo que sí se puede prescindir de la sal cuando hay una enfermedad que lo requiere y se consume una dieta variada.

¿Café y alcohol?

Otros factores a los que se les ha atribuido un efecto en el mantenimiento de la tensión arterial como el café y el alcohol realmente juegan un papel mínimo en el tratamiento dietético de la hipertensión, en comparación con el sodio. Por ello, es poco útil sacrificarse no tomando café cuando el papel del sodio es tan determinante.

En el mercado existen las llamadas sales para hipertensos. La mayoría de ellas es una mezcla al 50% de cloruro sódico (sal común) y de cloruro potásico. Es decir, es una sal común rebajada a la mitad. Alguna de ellas contiene únicamente cloruro potásico. Esto conviene tenerlo en cuenta a la hora de ver si el control de la tensión arterial es o no adecuado.

En algún estudio se ha demostrado un efecto protector de un consumo elevado de potasio (a base de alimentos ricos en potasio como son las frutas y verduras) frente a la hipertensión y al riesgo de un accidente vascular cerebral.

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