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Mariposa blanca, me fascinan [29-03-2020]

 

Ayer, a mediodía, estaba sentado en el mirador, en uno de esos ratos que tomo como paréntesis entre tanta saturación informativa, y que aprovecho para absorber unos cuantos rayos de sol para mi “fotosíntesis” particular. De fondo, unas suaves notas musicales se dejaban caer, como fina lluvia, empapando el ambiente de plácida calma, se deslizaba “Pretty Ballad”, de Keith Jarret Trio. Observé que una preciosa mariposa blanca trataba de encontrar la salida, atrapada entre la mosquitera y el cristal fijo de la parte inferior de la ventana. Nerviosa y agitada se debatía, en un vano esfuerzo, por recuperar su libertad, por volver al aire libre. Delicadamente, la he atrapado, es preciosa, prácticamente blanca en su totalidad, aunque al reflejarse los rayos de sol en ella, produce unos destellos levemente dorados. La he soltado como el que suelta una paloma, si las gatas se percatan de su presencia será “perdiz muerta”. Al liberarla he sentido una gran paz interior, una gran satisfacción de haber permitido que la vida siga su curso.

 

Luego, me ha dado por pensar en estos preciosos insectos, me he puesto a reflexionar sobre algunas de sus peculiaridades y las he enredado en mi mente, filosofando, con las nuestras. Lo que es disponer de tanto tiempo libre.

 

Hermosas, graciosas, encantadoras, pequeñas pero accesibles, las mariposas nos llevan hacia el lado soleado de la vida, estandartes de la primavera, de la renovación y renacimiento de la naturaleza, nos recuerdan que cada uno de nosotros merece un poco de sol. Poseedoras de esa gracia encantadora, son también criaturas efímeras, nacidas quién sabe dónde, buscan libar dulcemente y luego desaparecen silenciosamente en alguna parte. Simbolizan la aceptación de cada nueva fase de la vida, como si declararan el mantenimiento de la fe cuando todo cambia a nuestro alrededor. Si nada cambiara, no habría mariposas. Me fascinan, porque me recuerdan que nunca es demasiado tarde para transformarnos, porque no hay nada en una “fea” oruga que diga que va a ser una bella mariposa.

 

A menudo nos deleitamos con su belleza, pero rara vez admitimos los cambios que ha sufrido para lograrla, la metamorfosis, uno de los mayores símbolos de transformación para escritores y poetas. Requiere de un proceso, me pregunto si será doloroso, me imagino que seguramente, todos los partos deben serlo, pero el proceso es necesario absolutamente, pues agregar alas a una oruga no crea una mariposa, crearía una oruga disfuncional, la mariposa se crea a través de un proceso de total transformación desde su interior. Nosotros como orugas, podemos tener como limite la marca de nuestra ignorancia, de nuestra creencia en la injusticia y la tragedia, podemos creer que no hay salida, pero deberíamos recordar que lo que para la oruga es el final del mundo, para la mariposa es el inicio de uno nuevo. Quizá, deberíamos dejar de correr detrás de las mariposas para atraparlas y empezar a cuidar “nuestro jardín” para que ellas vengan a visitarnos, ser un poco como ellas, que liban de la flor, delicadamente, sin destruir su fragancia ni su textura.

 

Podemos aprender muchas lecciones sobre nuestro propio proceso de crecimiento, a partir del ciclo de vida de una mariposa. El proceso de metamorfosis se relaciona de muchas maneras con nuestros propios procesos de transformación. En nuestro mundo humano nada es permanente, todo se remplaza constantemente, debemos deja “ir” para que pueda “venir”. La mariposa se convierte así en un símbolo para el cambio, la transformación, la adaptación y el crecimiento. Veamos pues si somos capaces de romper nuestra crisálida, para convertirnos en una colorida y adorable mariposa que esté lista para compartir su belleza con el mundo.

 

Hay que ver lo que puede dar de sí un pequeño ser. Hoy sólo me apetecía disertar sobre cosas bellas, del otro lado ya estoy, como todos seguramente, un poco empachado, necesitamos digerir.

 

Os quiero bandid@s!!!

Como he mencionado “Pretty Ballad” de Keith Jarret Trio, pues nos viene perfecto este tema como banda sonora, es una preciosa interpretación de poco más de tres minutos, espero que disfrutéis de esta “linda balada”

Buen día a tod@s!!!

el-pinche-feliz

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