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¿Eres
de las que piensan que tus gafas solo muestran tu faceta de patito feo y ocultan el bello
cisne que hay dentro de ti? ¿Odias llevarlas porque esconden tu maquillaje y aprovechas
cualquier ocasión para dejarlas sobre la cómoda de tu dormitorio cuando sales de casa?
Si hemos acertado, y tu respuesta es afirmativa, ya es hora que empieces a desterrar esas
ideas de tu cabeza, pues no tienen nada que ver con la realidad.

Las gafas se han convertido en un
complemento ideal que realza y enmarca las facciones de tu rostro, aunque también es
cierto que, en muchas ocasiones, el tipo de problema visual que padeces puede hacer que
tus lentes lleguen a distorsionar un poquito la forma de tus ojos y, como consecuencia, la
expresión de tu mirada. Para acabar con estos pequeños inconvenientes y conseguir que la
luz que emana de tus pupilas traspase los cristales, simplemente deberás tener en cuenta
los siguientes consejos.

A tono con tu montura

Cuando vayas a maquillarte, recuerda que
uno de los factores que van a influir de forma determinante en la elección de los tonos
es el color de la montura de tus gafas.

  • Si es muy clara o transparente, lo mejor
    será que maquilles tus ojos con tonos muy subidos. Este contraste resulta perfecto y muy,
    muy llamativo.
  • Cuando, por el contrario, el color de tu
    montura es oscuro o brillante, como es el caso de las gamas eléctricas que están tan de
    moda, lo más conveniente es ensalzar tu mirada con colores muy suaves.
  • La montura de tus gafas también tendrán
    mucho que decir sobre la forma que debes darle a tus cejas para que la armonía reine en
    tu rostro.

Tu mirada a través de las lentes

Si padeces miopía, la forma de tus
lentes hace que tus ojos parezcan mucho más pequeños de lo que son en realidad. Para
contrarrestar este efecto óptico, tienes diversas, y muy eficaces, posibilidades.

  • A la hora de maquillarlos, es conveniente
    que utilices una sombra de ojos muy clara, de la gama pastel, para la zona del arco
    superciliar (que va desde el interior del párpado, junto al tabique nasal, hasta el
    centro del ojo) y otra un poco más oscura para cubrir la parte restante, del centro hacia
    fuera.
  • El trazo que marques con tu delineador ha de
    ser extremadamente fino, y debe ir, nuevamente, desde la mitad del ojo hacia el exterior.
  • Las cejas han de dibujarse arqueadas y con
    la zona del entrecejo bien marcada.

Cuando te han diagnosticado hipermetropía,
ocurre lo contrario, es decir, las lentes aumentan el tamaño de tus ojos y el tipo de
maquillaje que te apliques debe ir encaminado a paliar este efecto.

  • Maquilla tus párpados con sombras oscuras y
    difumínalas, con tonos más claros, cuando te vayas acercando al borde de las pestañas.
  • Traza, después, una línea a ras de las
    pestañas con un lápiz de ojos oscuro, pero que no sea negro.
  • Aplícate máscara en abundancia.

Si tu problema es el astigmatismo,
tranquila, pues el tamaño de tus ojos no se verá alterado por el uso de las lentes
correctoras.

  • Utiliza sombras de ojos rosadas. Juega con
    todas las posibilidades que te ofrece su variada gama de tonos, desde las más oscuras
    hasta las más claras. Los grises también darán un estupendo resultado.
  • El color más apropiado para la línea que
    bordea tus ojos es el azul intenso. Puedes extenderlo tanto a ras de pestañas como en su
    parte interior.
  • Finalmente, con la ayuda de la máscara,
    conseguirás alargar y arquear tus pestañas.

Tus gafas nunca más serán una barrera que
impida mostrar tu belleza, sino todo lo contrario.

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