Nada debe ser dejado al azar si se trata de tener un pelo en buenas condiciones. De hecho, desde el lavado hasta la exposición al sol, exigen ciertos requisitos que más vale tener en cuenta.
“Lavado bajo un potente chorro de agua caliente, con un shampoo cualquiera (a lo más, algo de acondicionador) y luego un agresivo cepillado con el secador de pelo al máximo”. No cabe duda. Que esto destruirá tu cabello.
La mayoría es bastante indolente en materia de cuidado del cabello, y las consecuencias son muy poco estéticas: resequedad, puntas partidas, poco brillo y nula sedosidad; características que en el verano – por la agresividad de los agentes climáticos – tienden a extremarse.
Cuidado Diario
Nada debe ser dejado al azar si se trata de tener un pelo en buenas condiciones. De hecho, desde el lavado hasta la exposición al sol, exigen ciertos requisitos que más vale tener en cuenta.
* El agua debe ser tibia, nunca fría, pues ésta no elimina bien la grasa ni los acondicionadores. El último enjuague sí puede ser realizado con agua fría, porque así se aplasta la cutícula de cada fribra de pelo, lo que causa un efecto de mayor brillantez.
* Al lavar, siempre se realiza un masaje, pero la parte de la mano que se utiliza debe variar según el tipo de pelo: el graso conviene masajearlo con las palmas para no estimular en exceso las glándulas cebáceas; el seco, con las yemas de los dedos por la razón opuesta.
* Nunca deben utilizarse las uñas, pues el efecto que producen es arrancar pequeños trozos de las capas más externas de la piel, los que tiene cierta semejanza con la caspa.
* No es necesario poner demasiado vigor: el pelo no lo necesita para limpiarse, además es posible que se debilite.
* La elección del shampoo debe ser de acuerdo al tipo de cabello, pues de otra manera se altera la fibra capilar.
* El bálsamo tiene un efecto desenredante y sólo está especialmente indicado para quienes tienen el pelo muy rizado, fino o con permanente, pues es un agente que acelera la suciedad. En otro caso es más recomendable aplicar productos que contengan vitaminas o proteínas, que cumplen con la misión de nutrir el pelo.
* Para secar debe envolverlo en una toalla; no estrujarlo, apretarlo ni retorcerlo, sólo frotar con mucha suavidad. Para desenredar mientras aún está mojado, puede usar una peineta de dientes gruesos y partir desde la raíz hasta las puntas. Si ya está seco, es conveniente usar un cepillo de material natural (fibra o cerda) y con puntas redondeadas.
* No emplee el secador eléctrico todos los días y, si necesita hacerlo, siempre ponga una distancia de al menos 15 centímetros.
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