El uso no perjudica, el abuso sí.
Lo ideal
es utilizarlo a baja temperatura y no acercarlo al cabello para no
dañar el cuero cabelludo.
Utilizar el secador de pelo implica una agresión térmica directa hacia nuestro cabello, provocando que éste se vuelva más quebradizo y aumentando la posibilidad de que se caiga. Entre los males que puede provocar el uso del secador en nuestras cabelleras se encuentran:
Quema y deshidrata el cabello.
Le quita brillo, o sea, lo opaca.
Debilitar la hebra.
Arruina su textura.
Deja el pelo apelmazado.
Es aconsejable eliminar la humedad del cabello con una toalla para agilizar su secado (menor tiempo de exposición al aire caliente, menor agresión).
Para evitar que el secador produzca caída de cabello, es importante que, cuando lo utilices, mantengas una distancia mínima de 5 cm de la raíz del cabello. Procura secar el pelo de un lado a otro, sin mantener todo el tiempo el secador de pelo en el mismo lugar. De esta manera evitarás el llamado cabello burbuja y sus antiestéticos efectos.
Es muy importante que cuentes con un buen aparato que tenga regulador de temperatura. Y recuerda que, cuanto más frío sea el aire con el que secas el cabello, mejor.
Conforme observes que tu pelo se va secando, disminuye la velocidad a la que lo secas y también la temperatura.
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