Si
quieres verte distinta cada día sólo necesitas utilizar tu ingenio y creatividad para
inventar nuevos peinados que te permitirán lucir como una diosa sin pasar por la
peluquería. Además te ofrecemos algunos secretitos de belleza y recetas de máscaras
naturales para cabellos secos, grasos y normales.
Además de cuidar el cabello para que no se resquebraje ni se reseque, es necesario
cambiar tu estilo de vez en cuando. Aquí te contamos los mejores trucos para renovarte
sin gastar dinero.
Pelo más sano
Antes de
acostarte, separa el cabello en mechas y aplica en cada una de ellas unas gotas de aceite
de ricino o almendras dulces, batida con una yema de huevo. Sosténlas con broches que no
presionen demasiado el pelo. Luego, cubre con una gorra plástica. A la mañana siguiente
enjuaga bien y lava con un buen champú. Repite la operación por lo menos una vez a la
semana.
Abrillantador
casero
Después del
lavado y enjuague, aplica un chorrito de vinagre tratando de distribuirlo por todo el
pelo. Este sencillo truco te dará un brillo especial. Luego de dejarlo actuar durante 30
minutos envolviendo la cabeza con una gorra de baño, enjuaga y vuelve a lavar. Si es
necesario, aplica unas gotas de desenredante en las puntas.
Un toque de color
La renovación
también reside en el tono que elijas. Muchas veces, al color de pelo le falta intensidad.
Por ejemplo un tono castaño, puede tornarse cobrizo o marrón chocolate con la sola
aplicación de un champú color. Para aplicarlo correctamente además de seguir las
instrucciones del envase, es importante que observes bien el tono que tienes actualmente
en tu cabellera. Un color similar se logra siempre que no existan vestigios de tintura
anterior. Si es tu caso, opta por un producto que se asemeje lo más posible al tono que
ya posees. De esta forma, el color que resultará será un tono similar, próximo al
natural, pero con una cuota extra de brillo que te hará verte mejor.
Otra opción
para cambiar sin invertir demasiado ni modificar definitivamente el color del pelo son las
mechas temporales que se van con el lavado. Vienen con un aplicador similar al del rimmel
en una gran variedad de colores y se aplican desde la raíz hasta las puntas. Para las
menos osadas, lo mejor es optar por la gama de los cobres, oro y marrones.
Aliados para tener siempre a
mano
Las hebillas,
brochecitos, invisibles, clips y hasta las tradicionales peinetas pueden
“cambiarte” la cabeza, haciéndola lucir más prolija y renovada.
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Largo
con rizos: con la raya al
medio forma tres trenzas bien flojas y soténlas con invisibles del mismo color de pelo
detrás de las orejas. Este peinado romántico se vuelve más sofisticado con el agregado
de algunos brochecitos con forma de florecitas, mariposas o moñitos. Si tienen brillos,
mejor. -
Raya
zig zag: para salir de la
rutina puedes llevar al pelo suelto pero dividirlo al medio o al costado con una raya
zig-zag. Se marca simplemente con la cola de un peine fino como si se dibujase un
“relámpago”. -
Trencitas: sólo apto para pelos lacios o con ondas muy
grandes. El primer paso es desenredar bien el pelo. Se puede hacer la raya al medio o
dejar que caiga naturalmente sin separarlo. Se separan mechones con el mango de un peine
de cola, se tuercen desde la base hasta la punta, se enroscan a modo de rodete y se
sujetan con horquillas. La cantidad de rodetes depende de la cantidad de pelo que se
tenga.
Trenzas
y cola de caballo: primero es
necesario hacer un brushing para que el peinado quede prolijo. De la cola se separan
mechas que se vuelven a colocar en la base con la ayuda de los clips invisibles. Con una
banda elástica se hace una cola y se separa en mechas que se enroscan sosteniéndolas con
horquillas Dentro de este estilo de peinado hay dos opciones: una con las mechas en el
frente para un estilo casual o si se desea algo sofisticado y prolijo a la vez, se
sostiene completamente el pelo sin dejar cabellos sueltos.Las puntas de las mechas
delanteras se marcan con la bucleadora o con ruleros y se recoge todo el pelo o se
mantienen en el frente unas mechas para enmarcar la cara.