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El periodo de la mujer ha sido, durante siglos un tema tabú y, en cierto modo, aún lo es. Pero la regla forma parte de la vida de todas las mujeres desde los 12 a los 60 años. Algunos inventos como el tampón y la compresa han hecho más llevadera esa “cruz” de todos los meses.

Las mujeres llevamos desde que se inventó el mundo soportando “esos días”. Estamos de mal humor, nos duele la tripa, se nos hincha el vientre y aún encima sangramos ¿se puede pedir más?

Afortunadamente a alguien se le ocurrieron un par de inventos para hacer más llevaderos todos esos males. Entonces aparecieron los tampones y las compresas…pero ¿de dónde salen?.

Antecedentes históricos
Aunque la gente pueda pensar que la compresa se inventó antes, lo cierto es que lo primero fueron los tampones, que se utilizan desde hace más de 2.000 años. Ya las egipcias, sirias y babilonias de clases sociales más altas utilizaban papiro ablandado como protección interna, mientras que las mujeres de clase social más baja utilizaban caña acuática suavizada. En Roma, las mujeres usaban lana, en Japón papel, en Indonesia, fibras vegetales y el el Africa Ecuatorial, rollos de hierbas.

Las mujeres ricas y nobles del imperio bizantino utilizaban la mejor lana como protección para la regla, peinada y enrrollada en tampones por los griegos de Crimea. A principios del siglo XX el tampón se consideraba como mal visto, y la regla se convirtó de nuevo en un tema totalmente tabú. Sin embargo, las actrices y bailarinas tenían que apañárselas utilizando tampones de algodón caseros. El uso del tampón se popularizó de nuevo tras la Segunda Guerra Mundial; las mujeres dejaron entonces sus hogares y sus cocinas para ocupar los puestos de trabajo que sus maridos habían dejado vacantes. Los tampones fueron desde entonces utilizados por las mujeres con una vida activa, que no se podían quedar paradas durante los días de su regla.

De la compresa al tampón
En España, los tampones estuvieron mucho tiempo “mal vistos” y no se utilizaron normalmente hasta los años 60. Nuestras abuelas, hacían como podían para pasar la regla, utizando paños higiénicos antes de que aparecieran las compresas de celulosa. Esto era muy incómodo, porque, además de que absorbían mal y desprendían olor, había que lavarlos, no eran desechables como las compresas que conocemos hoy en día.

La empresa Tampax, fue la primera en comercializar los tampones. El invento, surgió en 1928 de la mano del doctor Earle Cleeveland de Denver (Colorado). Su inspiración vino de observar la incomodidad de sus pacientes al llevar las voluminosas compresas de la época. La compresa de celulosa la inventó en 1921 la multinacional norteamericana Kimberly-Clark, como alternativa a esos incómodos “paños higiénicos”.

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