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– Porque según Avicena en una epístola al Rey Assa: Nosotros buscamos una sustancia verdadera y hacerla fija, compuesta de muchas, y que puesta sobre el fuego lo soporte sin quemarse.

Que será penetrante, generativa, que teñirá el mercurio y otros cuerpos con una tintura verdaderísima y con el peso debido. La nobleza de esta tintura excede al universo dichoso del mundo. Porque una cosa nuestra hace ser tres cosas. Las tres, dos; las dos, finalmente, son una.

Finalmente, así como conviene que sea una sustancia como dice Avicena, así también conviene tener paciencia, espera e instrumentos.

Paciencia, porque según Pedro, la presura y el arrebatamiento vienen del Diablo. Por eso quien no tiene paciencia aparte su mano de la operación.

La espera también es necesaria para toda acción natural, que sigue nuestro arte, ya que tiene su modo y tiempo determinado.

Los instrumentos, pues, también son necesarios, empero no muchos como parecerá en lo siguiente, porque nuestra obra se perfecciona en una cosa, con un vaso, en una operación según Hermes y por un camino.

Esta medicina, ciertamente, aunque es agregada de muchas cosas, con todo eso, es una sola materia que no necesita de alguna otra hazaña, si no es del fermento blanco o rubio, por lo cual es pura, natural, nunca puesta en alguna otra obra, y de la cual, en el régimen de la obra, aparecerán diversos colores según los tiempos.

También conviene en los primeros días levantarse de mañana y ver si la viña floreció.

En los siguientes días se verá el corvino transmutado en la soledad del ciego, y multiplicados colores, en todos los cuales se ha de esperar el color blanco, llegado el cual esperemos sin error alguno a Nuestro Rey, elixir o polvo simple sin tacto, piedra que tiene tantos nombres cuantas son las cosas en el mundo.

Mas para explicarme en breve nuestra materia o magnesia es nuestro argento único mineral, la orina de los muchachos de doce años debidamente preparada, que viene luego de la vena y nunca fue en ninguna obra grande que escribí para los vulgares; nuestra tierra de España, o antimonio.

Con todo eso, no notes aquí el argento vivo común, del que usan algunos multiplicadores y sofistas, del cual si algo se hace se llama solamente multiplicación, y con todo eso tiñe un poco respecto del Magisterio. Aunque causara largos gastos y si agradare trabajar con él, en él hallarás la verdad, mas requiere larga digestión.

Sigue pues al Santo Alberto Magno, mi Maestro, y trabaja con argento vivo mineral y el mismo es de nuestra obra perfectivo por la combustión, salvificativo y efecto por la fusión, porque cuando se fija es tintura de blancura o de rubio, de una compostura abundantísima, de un esplendor resplandeciente y no se aparta de lo mezclado, porque es amigable a los metales y un medio de juntar las tinturas, porque se mezcla con ellos entrando en lo profundo y penetrando naturalmente, porque se junta con ellos.

De la Operación. En el Arte de la Alquimia

Tratado de Tomás de Aquino. En el Arte de la Alquimia
De la Operación. En el Arte de la Alquimia
De la Composición del Mercurio y de su Preparación
Del Modo de Amalgamar
De la Composición del Sol y Del Mercurio
De la Amalgamación de lo Blanco
De las Operaciones Segunda y Tercera

Del Modo de Obrar en la Materia o Mercurio

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