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– Era el año 1979. Mi abuelo, al que siempre había estado muy unida, sufrió una embolia cerebral. Estuvo inmóvil y sin poder hablar unos veinticinco días pero tenía una naturaleza fuerte.

Cuando vine la primera vez de Barcelona para verlo, quería hablarme, pero no podía. Yo estaba destinada en Barcelona por motivos laborales.

Un sábado, me desperté con la extraña sensación de que tenía que venir a Zaragoza como fuese y pregunté a mis compañeras de habitación si alguno de sus amigos venía con coche. Normalmente venía en tren, pero aquel día era especial, sentía que tenía que llegar por el medio que fuese.

Llamé por teléfono a casa de mis tíos, pues en casa no había y entonces me dijeron que el abuelo estaba muy grave, que no pasaría la noche y que me pidiera permiso por si ocurría lo peor el Lunes.

Nada más salir del trabajo me puse en viaje con otros dos chicos que iban hacia Teruel. Fue horrible por la niebla que había, ya que era Noviembre. Llegué a casa sobre las 7 menos diez y a las 7 de la tarde fallecía mi abuelo. Estoy segura que él me comunicó su inminente fallecimiento por telepatía.

Por otra parte os contaré una experiencia que tuve cuando me pusieron a los 20 años una amplicilina pinchada Britapen. En la época de los 60 y 70 se pinchaba sin talento para catarros y gripes. A mi me habían puesto muchas inyecciones. Un amigo nuestro, médico, por una reacción rara que vio en mí, dijo que me hiciese pruebas, que podía ser alérgica a las Penicilinas. Yo, la verdad, no le hice caso.

Me pincharon y casi no dio tiempo a nada. Me ahogaba, se me durmió la parte izquierda del cuerpo. Me estaba muriendo. No podía hablar, pero por dentro sentía una paz interior que no lo puedo expresar con palabras. Vi una luz blanca, semejante a la de un fluorescente potente pero que no me hacía daño a los ojos. Tampoco no sentía miedo. Supe que me estaba muriendo y recuerdo que me ahogaba. Me incorporó un poco mi madre y volví a respirar.

No hubiera dado tiempo a que volviera el practicante. Salí de aquel trance. No tengo miedo a la muerte, pero sí al dolor.

Experiencias extrasensoriales. Experiencias Inexplicables

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