Experiencias vividas y sentidas contadas en primera persona
– Hace un tiempo estuve donde una señora que me leyó el naipe y me advirtió de no salir de noche. Yo le creí pero al tiempo lo había olvidado.
El 31 de diciembre, mis amigos me convencieron de amanecerme con ellos. Eran las 4 de la madrugada cuando decidimos irnos para nuestras casas y pasábamos por una empresa de energía cuando de repente sentí un impulso de tocar la malla.
En realidad estaba un poquito mareado y no vi un aviso advirtiendo que era una malla electrificada.
Sin embargo, en el momento de tocarla sentí algo que no me dejó electrocutar.
Era como una barrera invisible y después de caer en cuenta de lo que había hecho, escuché la alarma sonar y seguí como si nada.
Creo que lo que me salvó fue un talismán que me habían dado el día anterior.