– La experiencia que les voy a contar, en aquel momento fue aterradora, pero más tarde comprendí que lo que sentí me activó algo dentro de mí que ya nunca ha desaparecido.
Hace algunos meses en mi familia atravesabamos un periodo de enfermedades y negruras constantes, y decidimos acudir a una espiritista que supuestamente sanaba el alma.
Nos acercamos a su casa y al principio no noté nada, pero cuando abrió la puerta sentí que algo se golpeaba contra mi, repito nada más abrir la puerta de la habitación donde se encontraba esta mujer, la sensación que percibí fue como un campo cargado de energía pegajosa.
Siento no poder describirlo mejor, a continuación pasé a la habitación y me sentí desfallecer, posteriormente la mujer, me comentó que era el espíritu de una persona muerta que vivía conmigo desde hace mucho tiempo y que poco a poco había ido cogiendo fuerza con la negatividad que yo iba imponiendo en mi vida.
A partir de aquel momento y en determinadas circunstancias, noto este tipo de presencias a mi lado, pero nunca han vuelto a ser tan fuertes como aquella primera vez.
