Pregunta:
– ¿Es cierto que en la tirada del Tarot sólo interpretamos lo que ya sabemos?¿Se puede considerar que los medios adivinatorios sólo son vehículos del inconsciente?
Respuesta:
– No podías haberlo descrito mejor, pero hay que matizar un poco tu pregunta.
Es totalmente cierto que el Tarot es un espejo de la sabiduría que hay en nuestro interior y en el del consultante.
No nos cansamos de decir que el Tarot, como las Runas, como el I-Ching, y las diversas mancias, no son más que herramientas a la disposición de todo ser humano que quiera aprender a utilizarlas.
En ellas no radica ningún poder especial. El poder lo llevamos todos y cada uno de nosotros en nuestro interior. Pero aunque es cierto que obtenemos de estas herramientas lo que ya sabemos, para que seamos plenamente conscientes de lo que ocurre, desde muy antiguo, ya los sabios más sabios observaron que sería muy útil darle a estas herramientas un cierto significado o idea que no tiene porqué ser excluyente de otras, pero que facilita mucho las cosas.
Por eso el iniciado aprende unos conceptos e ideas relacionados con cada arcano del Tarot, que con tiempo de experiencia puede desarrollar por su cuenta, siguiendo su intuición.
Por lo tanto son claramente vehículos del inconsciente, pero la sabiduría no reside ahí.
La sabiduría reside en lo que se llama Ser o espíritu que no es más que esa chispa divina que se encuentra en todos nosotros. Ella manda la información al inconsciente y de ahí, a través por ejemplo de las cartas, la información llega al consciente.
Por eso es importante que los buenos cartomantes aprendan a conocerse interiormente, a ver sus mecanismos de defensa, sus proyecciones sobre el mundo, etc, en definitiva su ego, para que a la hora de interpretar esa información sean lo más objetivos posibles.
No es raro encontrar cartomantes que interpretan las cartas en función de su estado de ánimo y eso es un completo error.
