Melatonina. Este potente antioxidante regula el reloj biológico que marca el paso del tiempo. La glándula pineal libera cada noche esta sustancia para inducir el sueño y la recuperación. Se trata de una hormona cuyos suplementos se usan para combatir el insomnio.
Hormona del crecimiento humano. Aumenta las defensas y la energía, interviene en la construcción de la masa muscular y disminuye con la edad. Su inyección provoca efectos rejuvenecedores en humanos.
Acetil-L-carnitina. De efecto estimulante, mejora el rendimiento mental y fortalece el músculo cardíaco. Se considera que frena el envejecimiento porque favorece la función de las mitocondrias, auténticas centrales de energía donde se generan todos los porcesos biológicos.
Selenio. Un estudio ha demostrado que incrementa la esperanza de vida de los animales de laboratorio a los que se administra este mineral.
Ácido lipoico. Poderoso antioxidante implicado en los efectos del paso del tiempo. Contrarresta los radicales libres y recicla otros antioxidantes, en especial la vitamina E. Distintos estudios constatan que podría reducir los daños de esa forma acelerada de envejecimiento que produce la diabetes.
Licopeno. Este carotenoide, responsable del color del tomate, es una verdadera arma antienvejecimiento. Actúa contra un tipo de radical libre destructor y es capaz de desintoxicar moléculas peligrosas sin ser destruido.
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