En el 90% de las mujeres embarazadas se presentan estrías, independientemente de su edad. Las zonas más afectadas son el pecho, el vientre, los muslos y las caderas, y en menor medida glúteos, axilas y hombros.
El aumento de la producción de estrógenos dificulta la capacidad de regeneración de tejidos y provoca que las fibras elásticas de la piel se rompan con más facilidad.
La falta de hidratación, el exceso de nutrientes y la tensión a la que se ve sometida la piel por el aumento de peso son las principales causas.
Las estrías no desaparecen después del embarazo, por eso es mejor prevenirlas antes de que aparezcan o comenzar a tratarlas en las primeras fases de su formación, cuando todavía son de color rosáceo.
Métodos de prevención
Se debe cuidar la piel mediante la hidratación de la piel y la alimentación.
Hay cremas antiestrías, pero también sirve un buen aceite corporal o una crema rica y untuosa.
¿Cómo se debe aplicar una crema antiestrías? Es conveniente empezar a partir del tercer mes de gestación, dos veces al día. Se debe aplicar el producto mediante movimientos circulares hasta que se absorba bien. Hay productos que se absorben con mayor facilidad como las lociones y los geles, las cremas y aceites tardan más tiempo.
No olvide que el vientre, las caderas, el pecho y la parte superior de los muslos, son las zonas que más tensión padecen durante el embarazo, por tanto son las zonas que más debe cuidar.
La alimentación también juega un papel fundamental. Es importante beber una media de dos litros de agua diarios y consumir alimentos ricos en vitaminas A, C y E.
Las nueces, semillas y aceites vegetales son ricos en vitamina A. Los cítricos (naranja, pomelo, limón y fresas) contienen vitamina C. La vitamina E está en el hígado, el salmón, la zanahoria y las calabazas.
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