El exceso de la secreción sebácea de la piel es un problema que afecta a uno de cuatro hombres europeos.
Todas las pieles están protegidas por una capa compuesta de agua, lípidos y la flora bacteriana que las hidrata y protege. En el caso de la piel grasa el equilibrio de sus componentes está alterado.
Este desequilibrio se debe a la hormona masculina, la testosterona, que es quien influye en la formación y proliferación del sebo. El aumento de los niveles grasos en la epidermis descompone la flora natural, segrega ácidos grasos irritantes y altera el PH, que desciende del índice 5 al 4.
La influencia de este andrógeno producido por los testículos se nota a partir de los 14 años y a los 25 se hace más evidente. Para eliminar el exceso de grasa en la piel hay que seguir un tratamiento basado en la limpieza e hidratación. Éstas no deben ser agresivas ya que sino se conseguiría el efecto contrario.
Limpieza. Se deben utilizar productos específicos para este tratamiento, así se eliminarán el brillo y las bacterias. Es necesario hacerlo por la mañana y por la noche.
Exfoliación. Consigue eliminar las células muertas que taponan los poros y los cierran. Si existe alguna infección cutánea este tratamiento no es conveniente porque se extendería a todo el rostro.
Hidratación. Es recomendable un producto libre de grasas y con activos matizantes para eliminar los brillos.
Eliminación de puntos negros. Manipularlos no es nada aconsejable ya que sólo se conseguirá infectarlos. Existen en el mercado unos parches para extraerlos que incluyen el modo de emplearlos.
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