Los efectos de los factores ambientales, como el sol, el frío y el viento, sobre el aspecto de la piel y el pelo son muy conocidos.
Lo que quizá se desconozca es que otros factores de carácter médico también influyen en el estado de la piel y el pelo
Los anticonceptivos orales incrementan las hormonas masculinas o andrógenos. El aumento de estas hormonas puede causar una mayor secreción de grasa en la piel.
Los ovarios poliquísticos también aumentan el nivel de andrógenos provocando el mismo problema.
Por el contrario, en la etapa de la menopausia, se reduce la producción de grasa.
El tratamiento con estrógenos también reduce la producción de sebo en la piel pero debilita el espesor de la misma.
Cuando ha sido sometido a una intervención quirúrgica se produce un debilitamiento general y puede traducirse en una pérdida de cabello temporal.
Si se padece un cuadro anímico, la debilidad general del organismo y la falta de nutrientes pueden acarrear la caída del pelo y el envejecimiento prematuro de la piel.
El estrés puede provocar la pérdida de cabello y la aparición de caspa y grasa. En estos casos es conveniente buscar rápidamente el origen del problema para someterse al tratamiento adecuado.
Las pérdidas bruscas de peso tienen efectos fatales sobre la piel. Pueden provocar la aparición de estrías, celulitis, arrugas, sequedad y otro tipo de alteraciones. También originan la caída del pelo.
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