Irritaciones y llagas. Se empapan unas compresas con una infusión de caléndula, cola de caballo y hojas de nogal, y se aplican en tibio sobre la piel irritada, cada día antes de acostarse.
Hongos. Se mezclan a partes iguales cola de caballo, bardana, calaguala, jabonaria y zarzaparrilla. Se infunde diez minutos una cucharada de la mezcla por taza de agua y se toma una dosis en ayunas y la segunda antes de acostarse. Sirve también para herpes y manchas en la piel.
Acné. Se prepara una infusión con una cucharada por taza de agua de tomillo, salvia y bardana. Se sumergen las hierbas en agua hirviendo y se deja reposar diez minutos. Se toman dos tazas al día, alejadas de las comidas. Es eficaz en granos y forúnculos.
Contusiones. Basta con aplicar agua destilada de hamamelis (que podemos adquirir en las herboristerías), sobre la zona dañada, dos o tres veces al día.
Eccemas. Se aplica en suaves fricciones una pomada a partir de polvo de hidrocotile.
Estrías. Se mezclan 150 gr. de cola de caballo, 10 g. de laminaria, 25 g. de rosas y 10 g. de gotas de zumo de limón. Se macera en un litro de alcohol de 40º, 28 días. Se filtra, se diluye en agua y se aplica en masaje sobre las estrías. También sirve el gel de aloe, en fricciones suaves pero continuas.
Quemaduras. Se mezclan 20 gr. de caléndula, hipérico, manzanilla y tomillo. Se mantiene esa mezcla 15 días disuelta en aceite de oliva. Se agita de vez en cuando y se aplica como una loción en la zona quemada.
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