Como otros males similares, la cleptomanía puede convertirse en crónica con mucha facilidad, y, en muchos casos, cualquier tratamiento solo consigue reducir los síntomas, sin que el mal desaparezca nunca del todo.
La psicoterapia puede ayudar a solucionar o aliviar al menos el problema, pero son pocos los cleptómanos que buscan ayuda a menos que se vean atrapados en pleno robo, o que deban consultar al psiquiatra por otros desórdenes asociados como depresión, ansiedad, anorexia, etc.
Los últimos estudios al respecto parecen sugerir una relación causa-efecto entre los trastornos de voluntad y las deficiencias de comunicación entre las neuronas, y algunos medicamentos que potencian los neurotransmisores cerebrales han demostrado ser eficaces para tratar este tipo de desórdenes.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.