El estar enfrente de una persona, que nos han presentado hace unos minutos y no recordar el nombre, puede transformarse en una situación embarazosa y desagradable.
Para no caer en esta situación existen algunas reglas memotécnicas que son una buena estrategia contra el olvido de los nombres.
Son casi un juego y, aparte de evitar más de una situación violenta, pueden llegar a ser un divertido entretenimiento individual o con otras personas:
Atención: Preste realmente atención al nombre que le dicen; si está pensando en otras cosas o distraído le será más difícil, o imposible, recordar el nombre.
Repetición: A lo largo de la conversación repita varias veces el nombre.
Asociación: Intente asociar algún rasgo característico de la persona con su nombre. Si tiene el pelo rubio y se llama, por ejemplo, Mario Rubio, o si tiene lo ojos azules como el mar y se llama Mar Pérez. También se puede asociar el nombre que se intenta memorizar con el de otra persona conocida -los hijos, las vecinas, los nietos. A veces es útil asociarlo con otra palabra por la semejanza del sonido (López y Lápiz).
Significado: Intente buscarle un significado al nombre y al apellido; Arturo Redondo, puede asociarse al rey Arturo y la Tabla redonda, por ejemplo.
Visualización: Escriba mentalmente el nombre. Verlo escrito puede ser de mucha utilidad.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.