Para que una sesión de automasaje sea lo más efectiva posible, es muy importante concentrarse en lo que se está haciendo.
Para ello pueden realizarse unos sencillos ejercicios de relajación y visualización previos: hay que dejar la mente en blanco, desconectándose de todo pensamiento externo, y tratar de sentir el centro del cuerpo, tres dedos por encima del ombligo.
Una vez localizado ese centro, hay que imaginarse como va creciendo poco a poco, hacia las manos y los pies, al tiempo que el cuerpo se carga de energía.
Se puede intensificar la relajación intentando seguir el recorrido del aire que aspiramos con cada respiración, siguiendo su recorrido a través del cuerpo, y expulsando todo aquello que no se desea con cada espiración.
Este ejercicio hará que el masaje comience internamente, relajándonos por dentro para poder relajarnos después por fuera.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.