Todas las Navidades se repiten las mismas situaciones estresantes. Evitarlas por completo quizá sea imposible, pero un poco de planificación puede disminuir las prisas de última hora:
– Comprar los regalos por Internet le ahorrará tiempo, colas y los nervios en los grandes almacenes.
– No sobrecargar a los niños de regalos; más vale algo bueno y de calidad que muchos cosas mediocres y baratas. Además, esto también aumentará las responsabilidades navideñas de los padres y se germinará de esta forma el espíritu consumista en los más pequeños.
– Es aconsejable preparar las cenas de días señalados de Navidad entre varios miembros de la familia; si se le deja todo el trabajo a una sola persona acabará exhausta.
– Hay que procurar no pasarse con la comida y el alcohol, ya que el fin de las vacaciones es descansar y de esta forma sólo se consigue sobrecargar el organismo de toxinas.
– Las discusiones con la pareja por decidir con qué familia se cena en los días señalados se debe solucionar sobre todo hablando y repartiéndolo de una forma equitativa, como pasar nochebuena en casa de una familia y año nuevo en casa de la otra familia.
– Dedicar las sobremesas a las tertulias familiares puede ser muy enriquecedor y saludable; es recomendable evitar en estos ratos la televisión o ponerla de fondo.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.