La tristeza no es sólo una cosa de la cabeza. El estado físico en el que la persona se encuentra repercute, en gran medida, sobre la forma en que ésta afronta sus problemas.
Decir no al estrés
El decaimiento y la tristeza se relacionan, curiosamente, con el estrés. Por tanto, una dieta que disminuya el estrés es uno de los mejores antídotos contra el abatimiento. Evitar una alimentación rica en grasas y el abuso de productos excitantes, como el tabaco o el café, contribuye a mantener un cuerpo saludable, en guardia contra los achaques de la tristeza.
Pero comer… ¡No es sólo alimentarse!
Cuidar la alimentación no es sólo comer aquellos productos que mejores propiedades presentan. Elaborar platos exquisitos e innovadores, preparar con gusto la mesa e ilusionarse con cada comida, es una forma más que positiva de cara a prevenir la aflicción.
El hierro, un gran aliado
El hierro es fundamental para que el oxígeno pueda circular por el organismo, llegar a las células y que éstas lo utilicen para producir energía. Los niveles bajos de hierro provocan apatía, debilidad y un estado de ánimo bajo. Las legumbres, las carnes rojas y ciertas verduras como las espinacas o el brócoli presentan grandes índices de hierro.
Alimentos que alegran
La fruta, especialmente el Kiwi y el plátano, tienen los minerales adecuados para mantener en armonía el organismo. A su vez, por los altos contenidos de azúcar que presentan son una fuente de energía rápida y saludable.
El chocolate no sólo constituye una fuente deliciosa de azúcares rápidos, sino que además posee una serie de substancias que propician la liberación de endorfinas en el cerebro. Estos procesos dan lugar a una agradable sensación de bienestar y placer ¡Una verdadera descarga de huen humor! Del mismo modo, las pastas y los arroces ofrecen al organismo reservas de azúcar que vienen muy bien en momentos de desgana.
Nota: Si necesitas buscar, hablar o consultar con un Psicólogo en tu País o zona de Residencia, Clic Aquí.
Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.