La sociedad actual tiene sus propias reglas. Desde pequeños se enseña que no es apropiado preguntar por los ingresos de los demás o mirar fijamente a los ojos demasiado tiempo. Son unas pautas que, supuestamente, nos ayudarán a encajar mejor en las relaciones con los demás. Sin embargo, algunas de estas ideas socialmente aceptadas no tienen fundamento, y los psicólogos defienden su erradicación en aras de una mejor convivencia.
Algunas, por ejemplo, son:
– No hay que interrumpir nunca a la gente. Interrumpir es de mala educación
Es cierto que interrumpir constantemente es negativo, pero Ud. tiene derecho a interrumpir a su interlocutor para pedir una explicación, sobre todo si se habla de temas que le incumben.
– Los problemas de uno no le interesan a nadie más y no hay que hacerles perder el tiempo escuchándolos
Evidentemente, no debe contar sus problemas a desconocidos (por su propia seguridad), pero a los que considere sus amigos tiene derecho a pedirles ayuda o apoyo emocional. Son sus amigos.
– Hay que adaptarse a los demás, si no, es posible perder una amistad
No es conveniente imponer siempre la voluntad propia. Hacer actividades que interesen a los demás no sólo es enriquecedor y fomenta la tolerancia, sino que permitirá descubrir nuevos gustos. Sin embargo, usted tiene derecho a decir que no, si ve que nunca se hace lo que quiere, le manipulan o no le interesa una determinada actividad.
– Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle
Usted tiene el derecho de decidir si prestar ayuda a los demás o no. Detenerse ante un accidente es una obligación moral y legal, pero pocas cosas más lo son. Ni todo el mundo necesitará su ayuda, ni todas las personas la valorarán. No es su obligación ser el salvador universal.
– Hay que acudir a todos los compromisos
Recibir una invitación para un determinado evento no es sinónimo de tener que acudir. Puede que no le venga bien o incluso le cree problemas. Hable con el organizador y explíquele sus motivos. Si realmente le tiene en estima, le comprenderá.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.