Los sentimientos de culpa y una necesidad constante de aprobación son los síntomas más frecuentes de una profunda falta de amor a sí mismo.
El detectarlo a tiempo es el primer paso para aprender a quererse más.
Las personas con una autoestima baja suelen buscar la aprobación y el placer de los demás.
No piensan en sus propias necesidades. Utilizan expresiones extremadamente negativas y si no consiguen sus metas creen que su vida es un error. También se angustian en exceso con los problemas, a la vez que asumen la culpa y los errores que cometen los demás.
Para ellos, los logros propios son fruto de la casualidad.
La autoestima media hace que los cumplidos sean incómodos, por lo que suelen ser rechazados. Las personas con este grado de autoestima actúan pasivamente y dejan que los demás empiecen o dirijan las conversaciones y el trabajo. Apoyan también sus comentarios en otras personas y les cuesta trabajo pedir lo que les gusta. Tienen la costumbre de dejar siempre las cosas para el final.
Quienes poseen una alta autoestima suelen dominar las situaciones aún cuando estas sean complicadas.
Disfrutan emprendiendo nuevos proyectos y huyen de un estancamiento en la rutina.
Vista su personalidad, esperan siempre lo mejor de las demás personas que le rodean.
Aprenden de sus errores y tratan de no perder el tiempo en lamentaciones inútiles.
Por todo ello, no necesitan buscar la aprobación y opinión de los demás para hacer las cosas.
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Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante. En la consulta tendrás tiempo solo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños. El psicólogo no resuelve los problemas, te ayuda a encontrar la solución.