A veces hay días en los que parece que todo sale mal, que se siente más cansado, triste y de peor humor de lo habitual. Son los típicos días en los que uno cree que se ha levantado con el pie izquierdo, que está gafado, etc. En realidad la causa de todo esto probablemente no sea la mala suerte, sino que uno de sus ciclos vitales biorrítmicos, o más de uno, se encuentra en un día de transición.
Estos días de transición o críticos son aquellos en los que el ciclo pasa de la fase positiva (de acción) a la fase negativa (de recarga) o al revés. Estos momentos no tienen porqué ser tan funestos, todo depende de la actitud que cada uno muestre. Además si es capaz de controlar su biorritmo, sabrá cuando va a atravesar por un día crítico y podrá evitar determinadas actividades que exijan un mayor esfuerzo.
No hay que confundirse, no se trata de esconderse del mundo en estos días, sino de saber cuándo va a ocurrir para no tomar en cuenta determinadas emociones que surjan y sobre todo no actuar en base a ellas.
También para aplazar, si es posible cualquier hecho importante que requiera estar en plena forma. Pero se puede, y se debe, hacer una vida normal y rutinaria. Una buena manera de afrontar estos días es descansando 8 horas y evitar, siempre que sea posible, gastar mucha energía.
El día de transición hacia la recarga, es decir de la fase positiva a la negativa, es al que hay que prestar mayor atención. Hay que tener en cuenta que el organismo se está vacío de energía porque ya la ha consumido.
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