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El organismo del bebé debe irse acostumbrando poco a poco a la dieta semi solida, por eso, los diferentes alimentos deben ser introducidos con al menos una semana de diferencia entre unos y otros. Además el hecho de que un organismo nuevo se tenga que habituar a una nueva alimentación conlleva que en un principio, tu bebé, pueda sufrir un poco de diarreas, estreñimiento (heces duras) o algo de gases, por eso se debe estar atento a lo que mejor o peor sienta, e ir controlando las cantidades. Has de tener en cuenta que todas estas cosas son normales. Aún asi si te preocupa que tu bebé no haga deposiciones como antes, o tiene demasiados gases debes consultar con tu pediatra.

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