Ambos signos tienen la necesidad de dominar. Escorpio es un ser sensible, y por lo tanto intuirá cuándo esté herido el orgullo de Leo, entonces será enormemente reconfortante y protector, por su puesto, si quien ha herido a Leo es alguien ajeno, porque de no ser así, no será nada compasivo.
A veces la atracción del principio que pueda haber entre estos dos signos astrológicos durará menos de lo que puedan pensar. El desencanto no tardará en llegar, porque la actitud de “yo siempre tengo razón” de Escorpio frustrará e irritará mucho a Leo. Pertenecen a signos fijos, así que este tipo de problemas pueden acabar con la relación; son cabezotas por naturaleza y no les gusta pedir perdón.
Es posible que el primer conflicto se desencadene por motivos de dinero, pues a Leo le gusta mucho gastar. Para evitar estos problemas, lo mejor que pueden hacer es tener cada cual su dinero, por separado.
El entusiasmo sexual será muy delicado. La forma apasionada y un poco mística que tiene Escorpio de hacer el amor atraerá al Leo durante un tiempo, pero después, necesitará más declaraciones verbales de afecto, y demostraciones más sustanciosas, imaginativas y tangibles de su adoración. Si se esfuerzan realmente, pueden crear una atmósfera bellísima.